La incorporación de la mujer al mundo del trabajo remunerado fue muy lenta y en muy malas condiciones ,pasa a trabajar fuera de casa pero en oficios creados exclusivamente para la mujer.El trabajo más habitual era el de la costura o plancha, ya que la escasa preparación con que contaba la mayoría las conducían siempre a la misma actividad, no por vocación sino como recursos, a pesar de estar muy mal remunerada por el exceso de oferta.